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micrómetros

Aug 30, 2023

En un movimiento que acerca la tecnología de ciencia ficción un paso más a la realidad, los científicos han desarrollado una batería súper delgada que podría usarse para alimentar lentes de contacto inteligentes e incluso cargarlas usando lágrimas.

Las lentes de contacto inteligentes no son sólo un objeto de ficción de películas de espías; han estado en proceso por un tiempo. Los investigadores han intentado crear lentes para una variedad de usos, incluido el control de los niveles de glucosa, la detección potencial de cáncer y, al estilo Black Mirror, tomar fotografías con nuestros ojos.

Sin embargo, un obstáculo para su desarrollo ha sido cómo alimentarlos, de forma segura y cómoda. Dado que las baterías existentes dependen de cables que contienen metal, lo que no es seguro para el ojo humano, los investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur buscaron en el ojo más inspiración biocompatible.

"Esta investigación comenzó con una pregunta simple", dijo Lee Seok Woo, autor principal del estudio, en un comunicado. "¿Podrían recargarse las baterías de lentes de contacto con nuestras lágrimas? Hubo ejemplos similares de baterías que se cargan solas, como las de tecnología portátil que funciona con la transpiración humana”.

El equipo desarrolló una batería biosegura que tenía un grosor de 0,5 milímetros (0,02 pulgadas), aproximadamente el mismo grosor que la córnea humana. Utilizando lágrimas como plantilla, la batería se recubrió con una enzima llamada glucosa oxidasa, que reacciona con los iones de sodio y cloruro que se encuentran en las lágrimas en un proceso conocido como reducción. La batería también contiene agua, que actúa como "circuito" para generar electricidad.

"Se basa únicamente en glucosa y agua para generar electricidad", explicó Woo, "ambas son seguras para los humanos y serían menos dañinas para el medio ambiente si se desechan, en comparación con las baterías convencionales".

Para probar cómo podría funcionar, los investigadores colocaron la batería en un ojo simulado, usando solución salina para imitar las lágrimas. Se encendió con éxito, produciendo una corriente de 45 microamperios y una potencia máxima de 201 microvatios. También descubrieron que podía descargar energía hasta 200 veces, sólo alrededor de 100 veces menos que una batería de iones de litio típica.

Con un punto de partida que ya era suficiente para alimentar una lente de contacto inteligente, el equipo ha sugerido que el trabajo futuro tendrá como objetivo mejorar la cantidad de corriente eléctrica que la batería puede producir.

Para conocer más desarrollos en lentes de contacto inteligentes, mantenga los ojos bien abiertos.

El estudio se publica en la revista Nano Energy.